¿Qué es una startup? Y cuál es su característica
Actualmente en el mundo empresarial es común hablar de una startup, por eso abordaremos en esta ocasión qué es este tipo de empresa.
Y es que no es solo se trata de hablar, sino que muchas empresas startup han conseguido alianzas con las grandes empresas.
Por eso la importancia de saber qué es una startup, y qué importancia tiene en el ámbito empresarial.
Los diversos significados de una startup
Hay varias definiciones de los que es una startup, que en sí la palabra ya es todo un ícono en la economía digital.
Principalmente porque las grandes empresas tienen o planean tener algún nexo con este tipo de negocio.
Una de las definiciones del término startup se refiere a una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios.
Con ideas innovadoras, altamente deseadas o requeridas por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente.
Pero no es el único significado de startup, ya que la otra se refiere a “una organización diseñada para trabajar en ambientes de extrema incertidumbre”.
¿Qué es una Startup?
Las startup pueden definirse como empresas emergentes digitales que tienen un gran potencial de crecimiento.
Es decir, una startup es una empresa que busca un crecimiento exponencial, a diferencia de las empresas tradicionales, que tiene un plan de crecimiento anual.
Generalmente, este tipo de empresas tienen un componente tecnológico, y están vinculadas con el mundo de Internet y de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs).
Aunque, las startup, son pequeñas empresas que pueden desarrollarse en cualquier ámbito.
Pero, el uso de la tecnología y el potencial que representan, esto es la principal característica de las startups.
Así que sus modelos de negocio se diferencian de las grandes empresas.
Y es que, ahora con la digitalización de las empresas, están más enfocadas a la tecnología, factor, que actualmente tampoco puede faltar en ningún ramo del sector empresarial.
Surgieron como startup
Si nos remontamos a los inicios de Google, Apple, Facebook y Amazon, podríamos decir, que surgieron como empresas startup.
Origen por necesidad
Para toda empresa, pequeña, mediana o grande, es importante poder cubrir las necesidades de sus clientes y responder a las demandas.
Así que no importa el tipo de empresas que se construya, debe tener como objetivo, responder a las necesidades del cliente.
No importando que sea un producto o servicio que se está ofreciendo a los consumidores.
De acuerdo a estudios especializados, seis de cada 10 startups que cierran es porque su producto o servicio no respondía a ninguna necesidad de los clientes.
Por eso es importante plantearse a qué tipo de cliente quiere llegar y cómo se va a satisfacer las necesidades de estos.
Responder a las demandas de los clientes
Porque de nada va a servir que la startup diseñe un producto o la estrategia de un servicio lleno de tecnología, si realmente no va a satisfacer las necesidades de los clientes.
Es decir, si la startup no puede solucionar problemas, su futuro será incierto.
Lo de hoy, además de las tecnologías digitales, lo importante es ser prácticos, pero a la vez respondiendo a las necesidades y demandas de los clientes.
Lo importante es que no se vayan perdiendo los objetivos durante el camino, para así poder cubrir las demandas de los clientes.
Claro que también debe haber estrategias de marketing digital para crear esas necesidades de tu público objetivo.
Y de esa forma tu producto o servicio tendrá éxito en el mercado.
Una de las recomendaciones de los expertos es recurrir a las metodologías como Design Thinking (Pensamiento de diseño).
Esto te ayudará para poder crear productos y servicios en torno a necesidades de los consumidores.
Así que se puede recurrir a varias estrategias y técnicas para poder obtener buenos resultados con tu startup.
La financiación de las Startups
Uno de las razones por la que una startup resulta atractiva es por las noticias de las altas rondas de inversión, que obtienen para seguir operando.
Unos ejemplos de esta situación son: WeWork, AirBnB y SpaceX, son las que lideran el ránking en Estados Unidos.
Sus fuentes de financiación no son las tradicionales.
Sino que las startups tienen dos principales fuentes de ingresos al principio son: el capital aportado por sus fundadores y el equity-funding.
Ésta última se refiere a otorgar participaciones o acciones de tu empresa a un inversor a cambio de dinero.
Y los principales inversionistas de equity-funding están los business angels y fondos de capital riesgo o venture capital.
Diferencias entre una startup y una empresa
Una de las diferencias principales entre una startup y una empresa, residen en dos términos principales.
Estos son: la exploración contra la explotación.
Y es que la startup sigue un modelo de negocio de exploración, mientras que la empresa, sigue un modelo de negocio de explotación.
Es decir, algo que ya existe.
A la hora de emprender una startup es importante tomar en cuenta el método Lean Startup, de acuerdo a los especialistas.
Es decir, replicar el método científico de las empresas emergentes.
Son varios los factores que caracterizan a las startup, como la escalabilidad.
Esto se refiere al incremento de la capacidad que tiene para crear productos de manera exponencial, y los gastos crecen de forma lineal.
En otras palabras, significa que su beneficio es mayor por venta realizada.
Algunos ejemplos de esta situaciones son las plataformas de comunicación como Slack o Zoom.
Ya que se relaciona principalmente con la naturaleza tecnológica de las startups.
Es así de simple, a las startups se les relaciona con servicios basados en internet (Saas).
¿Cómo comenzar una startup?
Esta es una pregunta difícil de responder, pero los especialistas recomiendan que es importante localizar un problema que tengan los consumidores y ya con eso pensar la forma de solucionarlo.
Así como realizar las pruebas de tu modelo de negocio.
